Hacia una espiritualidad sinodal

Por Luna Smith Domenech.

El sábado 18 de junio del 2022 en la sala de investigación teológica en el Centro Sofía laicos y laicas participaron en un segundo encuentro de formación hacia una iglesia sinodal. Este segundo encuentro responde en este momento a la necesidad de una iglesia transformada. Desde todos los espacios podemos servir en este sínodo para crear un nuevo modelo de iglesia y desde la sala teológica del Centro Sofía pudimos hacer vida de estos procesos.  Luego de acercarnos desde una perspectiva internacional con el Dr. Luciani el día anterior, Melissa Rivera Flores nos situó en tiempo y espacio en el contexto puertorriqueño con su presentación. 

Melissa Rivera Flores es de Caguas Puerto Rico, es amante de la lectura, estudios, música y flamenco. Es servidora pública, y forma parte de la Diócesis de Caguas. Es estudiante del doctorado en psicología en la Universidad de Puerto Rico,  asistente de investigación y un admirable recurso. En su presentación hizo un llamado a que nos contextualizamos en la realidad de Puerto Rico, dándole su enfoque a tres temas específicos: La identidad del Laicado, acciones claves y algunos desafíos en el camino. Dentro de su ponencia cabe resaltar sus siguientes invitaciones:

La identidad del Laicado: 

  • 1era invitación: Analizemos quienes somos como individuos, es esencial reconocer quienes somos cuando el caminar hacia la sinodalidad reclama dialogar y escuchar. Es imperativo reflexionar sobre el contexto que nos atraviesa. 
  • 2da invitación: Analizemos cuál es mi comunidad de fe, quienes somos y como es. Ubicarnos en tiempo y espacio y aprender del pasado
  • 3ra invitación: Cómo es el contexto de Puerto Rico: estado de violencia política, económica, social, ambiental. 

Rivera Flores nos invitó a que reflexionemos sobre Puerto Rico, y que reflexionemos sobre la Generación Z quienes tienen mayor visión de sostenibilidad, inclusivxs, solidarixs, autodidactxs, pero a su vez muestran una disminución en creencias religiosas. Así, los templos vacíos son indicador y síntoma de las heridas que la iglesia ha perpetuado y de la romantización de nuestras comunidades de fe con el pasado. Estamos claros que es momento de tomar acción y de transformar, sin embargo el cambio provoca miedo y las consecuencias del miedo se presentan en estas comunidades de fe. Por esto Melissa afirma que “En Puerto Rico todxs estamos convocados a sanar estas heridas que la iglesia perpetua” para encaminarnos a esta espiritualidad sinodal.

 Estas son algunas claves: escucha activa, diálogo, contribución, discernimiento comunitario.

Así, se fomenta prestar atención y reconocer la dignidad de las personas. Finalmente, hay que tener en cuenta algunos desafíos del camino, el miedo al cambio y el clericalismo. Estamos acostumbrados a un modelo y jerarquía específica en la iglesia, es momento de transformar el modelo de jerárquico a una iglesia circular, donde se desaprende para aprender. Hay que formarnos, unirnos, organizarnos, prepararnos bien en esta experiencia colaborativa, extendiendo lazos y comprometernos a aportar por que “nosotros somos quienes hemos estado esperando”. – Edwin Figueroa Gerente Sr. CS

 “Confiemos en ti para ofrecer tu palabra, tu iglesia para todos… para escuchar a los jóvenes, para tener comunión de escucha para todxs.” -Elisabetta Pezuollo