Espiritualidad del Sagrado Corazón

El ser humano...

El ser humano tiene sueños, utopías, motivaciones, deseos y pasiones que necesitan integrarse y canalizarse de acuerdo a lo que es y expresa en su diario vivir. Significa que el hombre y la mujer son algo más que la vida biológica, que en ellos hay algo que le da una calidad de vida superior. Es algo que los distingue, que los hace ser lo que son, dándoles su especificidad humana. 

La espiritualidad es expresión de la toma de conciencia

El espíritu es la dimensión de más profunda calidad que el ser humano tiene, sin la cual no sería persona humana. De manera que su espiritualidad es la expresión más auténtica de la toma de conciencia sobre su ser persona, que lo posibilita para la toma de decisiones y opciones libres y coherentes para su vida. 

El Centro Sofía promoverá todas las acciones que permitan el crecimiento, tanto personal como comunitario, de este espíritu, que le dará sentido a la totalidad de la vida de las personas, permitiendo la prolongación de la vida del Resucitado en la existencia humana. 

Contemplar la realidad

La espiritualidad del Sagrado Corazón desde sus orígenes estuvo marcada por la contemplación de la realidad. Reconoce la sed de Dios en un mundo herido por la injusticia y presenta al Sagrado Corazón de Jesús con sus brazos abiertos y su corazón expuesto como camino de liberación para la persona y para el mundo. Aprendimos de Magdalena Sofía la manera de situarnos en el mundo y a contemplar la realidad, yendo del Corazón traspasado de Jesús, al corazón traspasado de la humanidad. Jesús es la Encarnación de la Palabra en la historia de un país y de una cultura concreta. El Jesús del Evangelio se compromete con un pueblo, habla y actúa con lenguajes humanos.

Por tal razón, esta espiritualidad nos lleva a buscar nuevas respuestas a los retos de Puerto Rico y el mundo hoy; a descubrir los desafíos urgentes para los que hay que hallar caminos de liberación.