La alegría de avanzar juntos, descubrámosla

El Centro Sofía de la Universidad del Sagrado Corazón, realizó hoy -en el Paseo La Vega- una reflexión ante la comunidad universitaria para iniciar el segundo semestre del año académico 2021-2022.

La reflexión estuvo a cargo de Jafet Marrero, estudiante de la Maestría en Relaciones Públicas, Elisabetta Pezzuolo, coordinadora de Espiritualidad y Servicios Religioso. Mientras, el profesor de Teología, Francisco González, amenizó con música el evento.

A continuación, el mensaje:

Inicia un nuevo semestre, y la pandemia continúa retándonos a reinventar las maneras de relacionarnos y ser comunidad. Tras casi 2 años de clases virtuales, van en aumento los cursos y las actividades presenciales, además de aumentar la cantidad de personas que vuelven a los hermosos rincones de nuestro campus santurcino.

Para algunos(as) resultará magnífico entrecruzarse físicamente con amigos(as) y compañeros(as); mientras, para otros(as), estar presencial supone enfrentar miedos y emociones fuertes. Ante el progresivo retorno es necesario preguntarnos: ¿qué significa estar presente? ¿qué hago para estar consciente del espacio que habito? ¿cómo recibo la presencia de los demás?

En primer lugar, estar presente implica mucho más que moverse en un espacio físico. Seguramente, algunos de nosotros, en no pocas ocasiones, nos hemos sorprendido con nuestro cuerpo en un lugar y la mente en otro. Es como estar medio presente; y así es muy difícil conectar realmente entre personas. Ahora bien, el desafío es retomar con valentía la presencialidad completa.

La pandemia quizás nos empujó a vivir a medias, no te culpes, es momento de enfocarnos en el aquí y el ahora con nuestra mente, cuerpo y espíritu en sintonía. Reencontrarnos físicamente como comunidad no es solo ver nuestros cuerpos en movimiento por el campus, sino una invitación a descubrir nuevamente la alegría de compartir la vida con los demás.

Compartirla con todo lo que nos ha dejado la pandemia en la mente y en la piel.

“Si sufre un miembro, todos los demás sufren con él.
Si un miembro es honrado, todos los demás toman parte en ese gozo”, dice.

1 Cor. 12,26.

Se trata de permitirle a los demás el acceso a nuestra vida, y entrar con respeto y compasión en la vida de los otros. Resulta paradójico que el ejercicio de “estar presente” es una actividad individual, pero también ha de ser una decisión colectiva. Es tomar conciencia de que no estamos solos. Es también una actitud proactiva para cuidar y autocuidarse. Es una palabra consoladora, pero es también una acción solidaria para abrazar y sanar a los que están heridos.

Queridos sagradeños y sagradeños, no nos guardemos el bien que pueden hacer a los demás, que sientan nuestra cercanía amorosa. ¡Seamos creativos para dar y recibir amor! De ese amor que brota del siempre presente, el Sagrado Corazón de Jesús, disponible para acoger toda nuestra realidad en su corazón abierto. ¡No hay que temer! ¡Vamos adelante!

Esta manera particular de estar presente es la condición para acortar la brecha que el distanciamiento físico nos impone y avanzar juntos, codo a codo, hacia esa comunidad solidaria en la justicia y la paz que rezamos en nuestra misión institucional.

¡Éxito en este nuevo semestre y año 2022, que apenas comienza!