El Centro Sofía reflexiona sobre la sinodalidad y el laicado

Por Luna Smith Domenech.

A la luz del sínodo 2021- 2023, el Centro Sofía en colaboración con CASA (Consejo de acción social Arquidiocesano) organizaron encuentros de formación para laicos y laicas el 17 y 18 de junio de 2022, uniéndose a la conversión sinodal. Este foro se dividió en dos días, donde se presenciaron ponencias iluminadoras desde una perspectiva macro/ internacional hasta una micro/nacional. Estos encuentros fueron impulsados en base de estas tres preguntas: ¿Cuál es la iglesia sinodal que soñamos? ¿Cuál es el perfil de los laicos y laicas necesario para esta iglesia soñamos? ¿Qué tenemos que hacer para movernos en la dirección de esa iglesia sinodal? El Dr. Rafael Luciani y la Sra. Melissa Rivera Flores hicieron un excelente labor en arrojar luz y encaminarnos a poder contestar esas tres preguntas. 

El primer encuentro fue dirigido por el Dr. Rafael Luciani quien se enfocó hacia un camino sinodal desde una perspectiva internacional. Compartió en qué está fundamentado este sínodo y como ha sido parte de la tradición católica. “La iglesia no es el Papa solo. Tampoco es el Papa con el orden jerárquico. En la iglesia somos todos los fieles bautizados en Cristo. Todos los seres humanos, incluso los no bautizados, son miembros en Cristo en potencia” -Monseñor Leonidas Proaño, Vota, 1959. Además, nos planteó como una iglesia sinodal es una de escucha recíproca, haciendo una distinción entre escuchar, y escuchar y participar  activamente. “Debemos generar un proceso donde nos den la posibilidad de sentarnos juntos a escucharnos” Finalmente, resalta que tiene que ser una participación de todos y todas los miembros eclesiales, donde la subordinación es inacceptable. 

El segundo encuentro fue dirigido por la Sra. Melissa Rivera Flores con su presentación “Hacia una espiritualidad sinodal par a los laicos y laicas en Puerto Rico”  que se enfocó en ubicarnos en tiempo y espacio, estudiando y analizando como podemos servir a este sínodo desde nuestra realidad puertorriqueña. Su presentación se enfocó en la identidad del Laicado, acciones claves para el camino y algunos desafíos en el mismo, afirmando que la espiritualidad y religiosidad no son sinónimos. A su vez, nos invitó a que analizemos quienes somos, como es nuestra comunidad de fe y como las podemos transformar.  Hizo un llamado a que reflexionemos sobre el contexto que atraviesa Puerto Rico, su estado de precariedad, violencia y falta de acción. Para esto se urge una escucha activa en estas comunidades, afirmando que no se debe quedar en la escucha sino que se debe enfrentar el miedo de actuar, dialogar, contribuir y discernir. 

Luego de estas dos ponencias, los laicos y laicas presentes se dividieron en mesas de trabajo para contestar tres preguntas: ¿Cómo es la iglesia sinodal que soñamos?¿Cuál es el perfil de los laicos y laicas necesario para esa iglesia? ¿Qué tenemos que hacer para movernos en esa dirección? 

Este es el síntesis de ese diálogo tan enriquecedor: 

Grupo 1

– ¿Cómo es la iglesia sinodal que soñamos? Una que se fomenta el trabajo en conjunto, ejercicio de escucha activa, participativa y recíproca 

– ¿Cuál es el perfil de los laicos y laicas necesario para esa iglesia? Hay que estar dispuestos a caminar juntos, estar abiertos a conocer la realidad, fomentar la expresión y la empatía 

-¿Qué tenemos que hacer para movernos en esa dirección? Hay que provocar asociarnos, encaminarnos en la escucha, encaminarse juntos a su propòsito de servicio, 

Grupo 2 

-¿Cómo es la iglesia sinodal que soñamos? Tenemos que escuchar, tener apertura y consenso por medio de la reflexión y oración. 

-¿Cuál es el perfil de los laicos y laicas necesario para esa iglesia? Deben escuchar para poder discernir, tener perfil comprometido y asertivo con empatía. 

-Qué tenemos que hacer para movernos en esa dirección? Perder el miedo para actuar, integrar a la comunidad y combatiendo el clericalismo. 

Grupo 3?

-¿Cómo es la iglesia sinodal que soñamos? Cristrocéntrica, participativa, sin miedo, inclusiva pero sobretodo que sea espiritual. 

-¿Cuál es el perfil de los laicos y laicas necesario para esa iglesia? Que tengan consciencia de formación como Laicos y Laicas, que conozca y promueva la doctrina social de la iglesia, que sea misericordiosos, comprometidos, 

-¿Qué tenemos que hacer para movernos en esa dirección? Tener conciencia de nuestro deber, promover espacios de formación, acción, foros y talleres como estos, promover la  participación del laicado, asumir responsabilidad, y fomentar mayor diálogo bajo la luz del espíritu santo. 

Grupo 4. 

-¿Cómo es la iglesia sinodal que soñamos?Que sea una de verdadera escucha, un proceso parroquial, con oportunidad a los jóvenes para expresarse y participar activamente. La iglesia se tiene que lanzar a la calle en base del llamado que hizo el papa Francisco para esto, provocar la experiencia en la acción, que la parroquia sea el lugar de encuentro para compartir lo que esta sucediendo en la comunidad.

-¿Cuál es el perfil de los laicos y laicas necesario para esa iglesia? Que sean líderes. Hay que preparar a los laicos y laicas en ese sentido de ser líder, y que comprendan la doctrina social de la Iglesia, liberarse del miedo de la acción. Necesitamos laicos insertados en la vida social, insertados en los diferentes espacios de la vida social y de diferentes grupos sociales, que sean capaces de preservar la dignidad de las personas y buscar opciones/soluciones a los problemas, que podamos reconocer quienes somos para poder emprender en la misión. 

-¿Qué tenemos que hacer para movernos en esa dirección? Continuar educándonos para ser portavoces sin miedo, buscando soluciones concretas a situaciones que surjan en la comunidad y tener mas encuentros como estos.