Celebrar el Sagrado Corazón de Jesús es festejar la “dignidad y la grandeza de nuestra naturaleza humana”
Por Profa. Elisabetta Pezzuolo.
Junio resulta ser un mes particularmente especial para la Universidad del Sagrado Corazón. Festejamos el logro de nuestros estudiantes que culminaron su etapa de estudios universitarios y nos unimos a la Iglesia que celebra la Fiesta del Sagrado Corazón de Jesús, Patrono de nuestra institución.
¿Qué nos dice a nosotros cristianos esta Solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús?
Nos invita a recordar una de las verdades fundamentales de nuestra fe: la Encarnación de Dios. Es decir, que Dios no se quedó aislado en su “dimensión divina” tan diferente a la nuestra, tal como las diversas tradiciones religiosas nos han presentado. Nuestro Dios Trinidad (Padre, Hijo-Jesús y Espíritu Santo) se hizo “humano” en Jesús. Ha deseado compartir con nosotros el hambre, la sed, el calor, el frío, el dolor, la alegría; ha caminado y continúa acompañándonos en nuestro crecimiento.
Celebrar el Sagrado Corazón de Jesús es festejar la “dignidad y la grandeza de nuestra naturaleza humana” que ha sido asumida completamente por Dios. A la vez nos invita a cuestionar nuestras acciones y forma de relacionarnos con los demás y a preguntarnos porqué todavía existen grupos de personas “marginadas” que parecen no tener nuestra misma dignidad (pobres, presos, personas sexo-género diversas, negros, los que son minoría étnica, envejecientes y personas con diversidad funcional, entre otros).
En el Corazón de Jesús, que es el Corazón de Dios, estos grupos marginados tienen un lugar especial. En toda su vida Jesús ha dedicado tiempo y fuerzas para encontrarse con las personas consideradas “menos dignas” por la sociedad de su época.
Hoy te invitamos a que tu corazón se haga un poco mas semejante al de Jesús. A través de estos cinco simples pasos podrás conectar con el Corazón de Jesús.
- Busca un lugar tranquilo en el cual se te haga posible conectar con tu interior, posiblemente sin distracciones.
- Agradece porque en esta fiesta particular Dios quiere recordarte que eres digno de ser amado y respetado, que tu vida tiene valor infinito para Él.
- Lee el texto de profundización que incluimos.
- Piensa en las personas que encuentras en tu diario vivir e identifica algunos que son marginados o cuyos derechos no son respetados.
- Elije una acción concreta que puedas realizar a favor de una de estas personas.
Oración
Señor Jesús, tú estás presente en las personas que sufren hambre de pan y sed de dignidad, en tantos hombres y mujeres que no encuentran acogida en nuestras fronteras y en nuestros corazones; en quienes sufren la falta de salud, de paz o de libertad. Que sepamos descubrirte y servirte en cada persona necesitada.
Señor, hoy celebramos tu Divino Corazón; permite que tu Espíritu penetre nuestro corazón y lo haga un poco más semejante al tuyo para que, como Tú y Contigo, también nosotros sintamos como nuestros los sufrimientos de quienes padecen, compartamos sus esperanzas y nos alegremos con los pequeños y grandes triunfos de nuestros hermanos. Amén.
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