23 de marzo: Inicio del Ramadán
“La Iglesia católica no rechaza nada de lo que en las diferentes religiones hay de santo y verdadero. Considera con sincero respeto los modos de obrar y de vivir, los preceptos y doctrinas que, por más que discrepen en mucho de lo que ella profesa y enseña, no pocas veces reflejan un destello de aquella Verdad que ilumina a todos los hombres” (Nostra Aetate # 2 – Documento del Concilio Vaticano II).
En fidelidad a este documento tan importante para los cristianos católicos, queremos hoy recordar a los hermanos musulmanes que empiezan el Ramadán.
Quiero tener un recuerdo para los queridos inmigrantes musulmanes que esta tarde comienzan el ayuno del Ramadán, con el deseo de abundantes frutos espirituales. La Iglesia está a su lado en la búsqueda de una vida más digna para ustedes y para sus familias. A ustedes: o’scià!
papa Francisco
¿De qué se trata?
Ramadán, el noveno mes del calendario islámico, es el mes en el que el Corán fue revelado al profeta Mahoma. Es este el mes más sagrado para los musulmanes, en el que los musulmanes practican el ayuno diario (desde el alba hasta la puesta del sol), el cual es el cuarto de los cinco pilares del islam. El mes de ayuno empieza con la aparición de la luna nueva al finalizar el octavo mes del calendario islámico (Sha’abán).
Para los musulmanes es este un mes de purificación física, espiritual y mental. Todo adulto, sano de juicio y de cuerpo, tiene obligación de ayunar. La doctrina islámica exime de esta práctica a aquellos fieles que por enfermedad, viaje, embarazo u otro tipo de circunstancia extraordinario no la puedan llevar a cabo.
Antes de amanecer los musulmanes se levantan para tomar algo de comida, el suhur, y realizan el primer rezo del día. El ayuno debe ser absoluto, y los fieles deben abstenerse de comer, beber, fumar, pelearse, discutir o mantener relaciones sexuales. El ayuno diario termina al oscurecer, cuando los fieles se reúnen en familia o en las mezquitas para tomar el iftar, la cena de ruptura del ayuno.
(fuente: https://www.pluralismoyconvivencia.es/calendario-de-festividades/)
El Dicasterio para el Diálogo Interreligioso, en el año 2022 recordaba:
Nuestra esperanza, queridos hermanos y hermanas musulmanes, es que sigamos compartiendo las alegrías y las penas de todos nuestros vecinos y amigos, porque el amor de Dios abraza a cada persona y al universo entero.
Como signo de nuestra humanidad compartida y de la fraternidad que emana de ella, les deseamos un Ramadán pacífico y fructífero y una alegre celebración de ‘Id al-Fitr.