Magdalena Sofía Barat

Novena

Introducción

Santa Magdalena Sofía Barat (1779–1865) nació en plena efervescencia revolucionaria y vivió de cerca la violencia. Creció en un mundo en crisis y en busca de orientación. Su familia, marcada por la imagen de un Dios estricto, descubrió poco a poco el amor del Corazón de Jesús. Magdalena Sofía se dejó atrapar y transformar, y se convirtió en una joven con un corazón ardiente de amor por Cristo.

Deseosa de entregarle su vida, se siente atraída por el Carmelo y la vida interior de santa Teresa de Ávila. Sin embargo, había recibido una educación excepcional para su época y comprendió que la educación podía transformar los corazones y restaurar la sociedad.

En 1800 funda, con otras jóvenes, una comunidad que más tarde se llamará Sociedad del Sagrado Corazón de Jesús. Su primera misión fue proclamar que el Corazón de Jesús revela la ternura de Dios por toda la creación y por cada persona en particular. La educación de las jóvenes, ricas y pobres, fue el principal medio para lograrlo.

También inició la formación espiritual y la orientación de adultos, así como otras iniciativas para responder a las necesidades de su tiempo.

Con sus compañeras, trató de proporcionar una buena formación humana, de fortalecer “los fundamentos de una fe viva y de reavivar en los corazones la antorcha de la caridad”.

Su misión educativa no fue una simple empresa humana, sino una obra realizada por Jesús mismo, una participación en su plan de amor a la humanidad, para abrir los corazones a la infinitud de su misericordia:

“Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados,
y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros,
y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón;
y hallaréis descanso para vuestras almas”
(Mateo 11:28–29)

Habitada diariamente por la contemplación y el deseo de vivir en el soplo del Espíritu Santo, Magdalena Sofía permaneció anclada en las realidades de su tiempo: mujer de acción enérgica, estaba firmemente arraigada en la realidad. Respondía a los desafíos con valentía y discernimiento.

Para todos los días

Introducción:
Señor Jesús, que tu Espíritu Santo nos ilumine y transforme a lo largo de esta novena, para que caminemos en la esperanza, con la Iglesia universal y en comunión con toda la humanidad.
Santa Magdalena Sofía, en este año 2025 en que celebramos el centenario de tu canonización, guíanos hacia el Corazón de Jesús! Amén.

Para concluir: si lo deseamos, podemos rezar el Padre Nuestro, tres Avemarías y proclamar “Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo, como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos”. Amén.

Programa para nuestra novena

Día 1 – Miércoles 21 de mayo – Capilla Mayor, 12:00 p.m.
Tema: Una mujer de fuego
Intención: Pedimos la gracia de reavivar nuestro fuego interior

Día 2 – Jueves 22 de mayo – Capilla Mayor, 12:00 p.m.
Tema: Una mujer arraigada
Intención: Pedimos la gracia de echar raíces más profundas

Día 3 – Viernes 23 de mayo – Capilla Mayor, 12:00 p.m.
Tema: Una mujer para los jóvenes
Intención: Pedimos la gracia de la esperanza y la confianza en el futuro

Día 4 – Sábado 24 de mayo – En familia o comunidad
Tema: Una mujer humilde y audaz
Intención: Pedimos la gracia de confiarnos al soplo del Espíritu Santo y ser más audaces en nuestros compromisos

Día 5 – Domingo 25 de mayo – Misa dominical, 6:00 p.m.
Tema: Una mujer de discernimiento
Intención: Pedimos la gracia de discernir lo inesperado de Dios y madurar nuestras decisiones a su luz

Día 6 – Lunes 26 de mayo – En familia o comunidad
Tema: Una mujer sedienta de justicia
Intención: Pedimos la gracia de la compasión y la solidaridad

Día 7 – Martes 27 de mayo – Capilla Mayor, 12:00 p.m.
Tema: Una mujer de comunicación
Intención: Pedimos la gracia de construir unidad donde vivimos y trabajamos, y de comprometernos con la paz

Día 8 – Miércoles 28 de mayo – Capilla Mayor, 12:00 p.m.
Tema: Una mujer que mira al futuro
Intención: Pedimos la gracia de una esperanza activa

Día 9 – Jueves 29 de mayo – Capilla Mayor, 12:00 p.m.
Celebración Eucarística SMSB
Tema: Una mujer que irradia el Corazón de Jesús
Intención: Pedimos la gracia de descubrir verdaderamente el amor del Corazón de Jesús

SU BIOGRAFÍA

“Sofía Barat nació en la noche del 12 de diciembre de 1779; la última de una familia de tres hijos. Joigny, su ciudad natal, situada en el actual departamento del Yonne (Francia), tenía una actividad económica ligada, sobre todo, al viñedo y al bosque. Los padres de Sofía provenían ambos de familias de toneleros. Perteneciente a la pequeña burguesía rural, la familia Barat, en progresiva ascensión social, era acomodada y comprendía la importancia de los estudios.

Nacida prematuramente, Sofía era menuda, baja para su edad y se veía obligada a subirse a un taburete para que la viese el párroco, cuando le enseñaba el catecismo. Pero si la contextura era frágil, la niña era impetuosa. Tímida, sus primeras reacciones eran impulsivas. Sofía Barat tuvo siempre réplicas prontas y palabras mordaces. Le gustaban las diversiones, los paseos por las colinas. Se encariñaba con facilidad con los que la rodeaban y lo demostraba con gestos de afecto espontáneo

Gracias, sobre todo a su madre, Sofía tuvo la suerte de recibir una educación, nada común con la que podían recibir la mayor parte de los adolescentes de su medio social. A los diez años, su hermano Luis, once años mayor que ella, se encargó de organizar, de modo eficaz, aunque un tanto áspero, sus estudios. Muy dotada, Sofía logró así una cultura muy extensa, continuando en casa, el programa que Luis enseñaba en el colegio de Joigny, donde era profesor: historia antigua y moderna, sagrada escritura, latín, matemáticas, griego, física, rudimentos de hebreo, nociones amplias de italiano y de español, que le permitieron leer “El Quijote” en el texto original. Este programa era pesado, pero a Sofía le encantó. Al mismo tiempo que le dio el gusto por la lectura, la preparó para la tarea de educadora, que iba a ser la suya

Sofía había manifestado también su precocidad, al decidir, a los cinco años, consagrase a Dios. En 1789, hizo su primera comunión. Su vida es piadosa y fervorosa, marcada por una misa matinal diaria en su parroquia de San Thibaut. A los catorce años, decide hacer voto de virginidad. Un poco antes, sin duda, la familia Barat había comenzado a abandonar el jansenismo, gracias a la mediación de Luis Barat, que había comprado en París, durante una de sus estancias en la capital, unas imágenes del Corazón de Jesús y del Corazón de María. Era, delante de estas imágenes, que le descubrían otro aspecto del misterio de Dios, donde la familia se reunía para la oración diaria.

La Revolución perturbó la vida de la familia Barat. Cuando la Santa Sede condena su legislación y amenaza después con excomunión a los clérigos que la hubiesen aprobado, Luis Barat que había prestado juramento a la nación y al Rey, se retracta. Obligado a la clandestinidad, se oculta, durante algún tiempo, en un pequeño alojamiento, del desván, en la calle Davier. Los bienes de los Barat son puestos bajo secuestro. Y Luis, por temor a poner en peligro la vida de los suyos, termina por huir a París, donde es arrestado en Mayo de 1793 y se libra por milagro de la guillotina. Sofía manifiesta, entonces, su fuerza de carácter ayudando a su madre a recuperar el ánimo, pero ella guardará de aquellos días una obsesión de la Revolución, que identificaba con un “tiempo de odio contra Jesucristo”. Todavía, en 1840, la Marsellesa la hacía temblar y, en 1848, aún asociaba las manifestaciones populares al período revolucionario del “Terror”.

Liberado en Enero de 1795, Luis Barat se ordena sacerdote en Septiembre del mismo año. Y se pregunta si su hermana no debería abandonar Joigny para proseguir en París, bajo se dirección, sus estudios y formación religiosa.

Sofía duda, dividida entre el amor por su madre, a la que sabía frágil, y su deseo de vida religiosa, que no tenía los medios de realizar. Fue su padre el que decidió en favor de la marcha. Y Sofía deja Joigny, por barco, en Septiembre de 1795.

Su hermano la instaló en París, en el número 2 de la calle de Touraine, (actualmente, el número 4 de la calle de Saintonge). Allí celebra él, clandestinamente, la misa. Sofía se encarga de la enseñanza de los niños del barrio, asegurando así la enseñanza del catecismo, y prosigue su formación religiosa y profana, rodeada de algunas jóvenes, con las que comienza un ensayo de vida común. Sofía sueña con el Carmelo, pero en la oración tiene la intuición de una vida espiritual y religiosa, que daría una forma nueva al culto del Sagrado Corazón, asociando culto del Santísimo Sacramento y educación de las jóvenes; interioridad y actividad apostólica.

En otoño de 1800, tiene un encuentro decisivo con el P. José Varin, que, de vuelta de la emigración, trataba de difundir en Francia un instituto femenino de vida religiosa, fundado recientemente, llamado las “Dilette di Gesú”, que tenían el deseo de consagrarse a la educación de las jóvenes, como medio para extender el amor del Corazón de Jesús. El 21 de noviembre de 1800, Sofía Barat hace su primera consagración religiosa, en la capilla de la calle Touraine frente al Cuadro de la Virgen de la Sociedad.

Un año más tarde, el 13 de noviembre de 1801, una primera comunidad, formada con otras dos jóvenes originarias de la Picardía, Henriette Grosier y Géneviève Deshayes, se instala en Amiens: una vida religiosa apostólica original iba a poder tomar forma”.

Hasta aquí: Texto tomado de la Página web de las Religiosas del Sagrado Corazón de Jesús. Internacional. 20 de mayo de 2012. rscjinternational.org