La intención de oración para febrero del Papa

Por Marco Salas.


A veces pienso que deberíamos poner en las parroquias, en la puerta, un cartel que diga “Entrada libre”.
Las parroquias deben ser comunidades cercanas, sin burocracia, centradas en las personas y donde encontrar el regalo de los sacramentos.
Tienen que volver a ser escuelas de servicio y generosidad, con sus puertas siempre abiertas a los excluidos. Y a los incluidos. A todos.
Las parroquias no son un club para pocos, que dan una cierta pertenencia social.
Por favor, seamos audaces.
Replanteémonos todos el estilo de nuestras comunidades parroquiales.
Oremos para que las parroquias, poniendo la comunión, la comunión de la gente, la comunión eclesial, en el centro, sean cada vez más comunidades de fe, de fraternidad y de acogida a los más necesitados.


Claves para acoger esta intención:

1. ¿Qué se espera de una parroquia?

En la exhortación apostólica «Evangelii Gaudium» el papa Francisco recuerda que «La parroquia no es una estructura caduca; precisamente porque tiene una gran plasticidad, puede tomar formas muy diversas que requieren la docilidad y la creatividad misionera del Pastor y de la comunidad» (no. 28). Así, orar por las parroquias es, de algún modo, disponer el corazón de la comunidad y de cada uno para «la docilidad y la creatividad misionera». Con ellas, la parroquia «es capaz de reformarse y adaptarse continuamente» (ibíd) para ser «comunidad de comunidades, santuario donde los sedientos van a beber para seguir caminando, y centro de constante envío misionero» (ibíd).

2. Siempre en renovación.

El Papa continúa diciendo: «Pero tenemos que reconocer que el llamado a la revisión y renovación de las parroquias todavía no ha dado suficientes frutos en orden a que estén todavía más cerca de la gente, que sean ámbitos de viva comunión y participación, y se orienten completamente a la misión». Orar por las parroquias supone el espacio propicio para dar gracias por los frutos cosechados por el anuncio del Reino de Dios y, al mismo tiempo, el espacio para reconocer con libertad, sinceridad y humildad lo que aún nos falta por renovar para hacer posible que el evangelio siga siendo «buena nueva». Además, la parroquia no es una «estructura separada de la gente o en un grupo de selectos que se miran a sí mismos» (ibíd) sino una comunidad de comunidades, hombres y mujeres, que se juntan para «la escucha de la Palabra, del crecimiento de la vida cristiana, del diálogo, del anuncio, de la caridad generosa, de la adoración y la celebración». Que dedicar este mes a orar por las parroquias nos permita con humildad y apasionada búsqueda seguir en la creativa labor de revisión y renovación.

3. Espacio de escucha.

En el Video del Papa para este mes, el Papa insiste en la idea de que las parroquias continúen este camino de transformación, que sean un centro de acogida y de escucha: “tienen que volver a ser escuelas de servicio y generosidad, con las puertas siempre abiertas a los excluidos. Y a los incluidos. A todos”. Se puede tener éxito, dice, siendo “audaces”: replanteando “el estilo de nuestras comunidades parroquiales” y “poniendo la comunión, la comunión de la gente, la comunión eclesial, en el centro”. ¿Será que yo estoy aportando en esta tarea de escucha de mi parroquia?

4. Comunidad sinodal.

«¿Cuántas veces ocurre que la parroquia se ha transformado en una agrupación de personas más o menos desconocidas que se encuentra para la misa del domingo, pero sin vida comunitaria?» pregunta el comunicado de presenta de la intención del papa Francisco para este mes. Una pregunta que nos atraviesa por completo y que nos pone de frente ante nuestra propia realidad de comunidad. En este sentido, el jesuita Frédéric Fornos (Director Internacional de la Red Mundial de Oración del Papa) recuerda: «Hace algunos años Francisco dijo a la diócesis italiana de Isernia-Venafro: ‘Cada comunidad parroquial está llamada a ser un lugar privilegiado de la escucha y el anuncio del Evangelio; casa de oración reunida en torno a la Eucaristía; auténtica escuela de la comunión’. Escucha, oración y comunión. Son notas sinodales esenciales para la vida de las parroquias».


Desde el Centro Sofía nos unimos a la intención de este mes del papa Francisco y, junto a todo el Pueblo de Dios, oramos para que todas las comunidades parroquiales sean «cada vez más comunidades de fe, de fraternidad y de acogida a los más necesitados». Así sea.