El cuidado: un imperativo para una vida post pandémica más humana.

Por Luna Smith Domenech.

El viernes 29 de abril fue el 5to y último día de nuestro 5to simposio de Teología y pastoral: Saber cuidar y educar para cuidar: Hacia una teología y práxis del cuidado. Como comunidad mundial nos enfrentamos a unas realidades que el Centro Sofía hace su misión atender, es por esto este simposio inspirado en las palabras del Papa Francisco: “Lo que la Iglesia necesita con mayor urgencia hoy es una capacidad de curar heridas y dar calor a los corazones de los más fieles, cercanía, proximidad. Veo a la iglesia como un hospital de campaña tras una batalla”.

 En la clausura de este magistral simposio, cuyo acercamiento al cuidado fue uno comprensivo, integral y enriquecedor, presenciamos la generosa ponencia del Padre Marcelo Barros, benedictino de Recife, Brazil. Hizo su profesión religiosa como monje benedictino en el 1965 en el Monasterio San Benito de Olinda, en el 1969 fue ordenado presbítero. Fue miembro del secretariado Nacional de la pastoral de la Tierra por 14 años y fue fundador del Centro Ecuménico de Estudios Bíblicos. Es parte de la comisión teológica de la Asociación Ecuménica de los teólogos y teólogas del tercer mundo. Afirma un pluralismo religioso y un cristianismo abierto a otras religiones. Es responsable de desarrollar la rama de teología de la tierra en la Teología de liberación, ha sido profesor de Antiguo Testamento en el seminario teológico de la arquidiócesis de Goiânia, y profesor de Liturgia en la facultad Nuestra Señora de Asunción en Sao Paulo. Entre sus publicaciones están: Teología de la Tierra (1988), Amor fecunda el universo: Ecología y espiritualidad (2012), Dom Helder Câmara profeta para nuestros días (2012) 

Padre Marcelo Barros: El cuidado: un imperativo para una vida post pandémica más humana. En su ponencia, asumió sintetizar los diversos temas que se presentaron en el simposio, resaltando la importancia y resonancia de lo dicho. Así, abarcó en las conclusiones teológicas y espirituales de la teología del cuidado, arrojando luz a la pluralidad de religiones, las culturas originarias, y cómo hacen un principio el cuidado. “El espiritu preparaba a la Naturaleza de las aguas para producir seres vivos… el cuidado de la madre Tierra, de la hermana Agua, el hermano Suelo y el hermano Aire se suman al cuidado de la vida, de las comunidades”. El Padre Marcelo Barros menciona el trabajo de muchos teólogxs y antropólogxs. Así menciona que según la antropología lo que nos distingue como civilización es la empatía, la capacidad de cuidar unos de los otros. “El cuidado es lo que caracteriza la raíz de toda civilización humana. Si aplicamos este criterio a nuestra sociedad podemos llegar a la conclusión de que hemos retrocedido a etapas anteriores a la evolución del Homo Sapiens” afirmó el padre. Como sociedad, presentamos tendencias antiguas pero que han sido comprendidas recientemente y es manifestación de nuestro cuidado social, político, con la humanidad y el planeta Tierra. Dentro de este individualismo y egocentrismo genera una cultura anti-cuidado ya que cuidar es proteger, animar, atender y acoger. “La expresión del cuidado en América Latina es el Cristianismo de la Liberación, es la teología y espiritualidad decolonial… es una necesidad de conversión”

“En un mundo dominado por un individualismo feroz inhumano, se requiere recuperar la prioridad del bien común… toda iglesia está llamada a vivir esta radicalidad evangélica, es poner el evangelio en práctica. ”