Día del Planeta Tierra
P. Edgar L. Torres-Santos CSsR.
el Señor Dios modeló al hombre con arcilla del suelo… Gn 2, 7
Centrar la mirada en agradecimiento de lo que nos sustenta, nutre y cobija es justo y urgente. Ese mirar ha de ser a nuestra Madre Tierra. No se puede negar que tiene una capacidad generadora, sin igual, de escenarios que sobrecogen cualquier corazón sensible a sus maravillas. Todo en ella exhala exuberancia. Contiene en sí misma lo necesario para el vivir y también para poner fin a la Vida. En fin, la Madre Tierra es sobreabundancia en conspiración suscitadora del único bien que siempre ofrece Vida y nuevo comienzo.
En múltiples ocasiones, la humanidad, da por sentado su caudal de vida como algo sin fin. Ello ha suscitado un sin número de excesos que ponen en riesgo el devenir histórico de todo aquello que de ella depende para subsistir. El Planeta Tierra es el silente eterno presente y testigo de la nobleza de lo bello y lo efímero. No es sólo en lo que nos afianzamos, ¡es donde único podemos vivir! Hoy se debe continuar afianzando el proceso de conversión del corazón de la humanidad. Manifestándose en un dejar atrás lógicas, prácticas, comportamientos y estilos de vida centrados en el egoísmo consumo-hedonista que mata el don que hemos recibido gratuitamente.
Como cristianos abrazar la creación de Dios, siendo sus custodios, es tarea esencial. Se ha de entrar de lleno en una cultura de cuidado desde una conciencia de Amor y respeto por lo creado por Dios. Eso ha de ser así ya que la creación es signo visible de la gracia invisible. Despertar a esta conciencia a de provocar desde el interior la inquietud de, ¿cómo puedo viabilizar una vida desde el cuidado de nuestra casa común? Se alcanza desde una vida en sobriedad y sencillez. Abrazando la lógica del reducir, reutilizar y reciclar. Viviendo desde la conciencia que el espacio en el que estoy y todo lo que contiene es un préstamo hecho con las futuras generaciones y debo dejarlo mejor de como lo encontré. Seamos cristianos en resurrección buscando al Dios de la Vida en donde acontece y no en las tumbas del no se puede, siempre se ha hecho así, la gente no lo entenderá, entre algunas otras.